La inteligencia artificial se destaca como una buena herramienta que permite complementar y optimizar esta nueva tendencia enfocada en mejorar la calidad de vida de los trabajadores.
A medida que nos acercamos a conmemorar el Día del Trabajador, se destaca la historia de progresos en la lucha por reivindicar la dignidad laboral a nivel global. En esta ocasión, los ojos del mundo están puestos en Latinoamérica, marcando un hito significativo en este ámbito.
En abril de 2024, Chile se convertirá en uno de los países pioneros en la región al implementar gradualmente la reducción de la jornada laboral, con el objetivo de alcanzar las 40 horas semanales en los próximos cinco años. Esta medida, discutida extensamente, se suma a los esfuerzos de países como Colombia, marcando un nuevo camino en la región. Sin embargo, economías avanzadas como Francia y España han liderado este campo desde la década de los '30.
La clave para lograr un equilibrio entre la vida familiar y laboral radica en aumentar la productividad del capital humano. Es aquí donde las tecnologías juegan un papel crucial. La Inteligencia Artificial Generativa, por ejemplo, está emergiendo como una herramienta para optimizar la vida laboral. Federico dos Reis, CEO de INFORM para LATAM, resalta esta importancia y señala que una aplicación relevante de esta tecnología es la eficiencia y automatización en la programación de turnos de personal.
Dos Reis comenta que “actualmente, muchas empresas aún utilizan herramientas tradicionales como Excel o métodos manuales para elaborar los horarios de trabajo de su personal. Esto no solo limita la optimización del tiempo y los resultados, sino que también puede conducir a errores que pasan desapercibidos para el ojo humano".
Además, el especialista enfatiza que existe un consenso general sobre el propósito de estas leyes que promueven la reducción de la jornada laboral: mejorar la calidad de vida de los trabajadores. Esto contribuiría a ofrecer un modelo más equilibrado, donde el cuidado de la familia esté en el centro.
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"En el caso de Chile, la aprobación de esta normativa, que podría inspirar a otros países de LATAM, permitirá que los trabajadores dediquen más tiempo a sus familias. Sin embargo, el desafío radica en implementar estos cambios sin descuidar la productividad", señala Dos Reis. Es aquí donde la IA emerge como una herramienta poderosa para complementar la reducción de horas laborales.
"Gracias a su capacidad para analizar múltiples variables y optimizarlas, la IA permite diseñar propuestas de turnos más avanzadas, incorporando aspectos como la dinámica de la demanda, las preferencias individuales de los colaboradores y las necesidades operacionales de cada empresa", explica el líder de INFORM para LATAM.
Avanzando hacia el futuro, empresas pioneras en la región ya han implementado estas leyes casi una década atrás, obteniendo resultados altamente valorados. Estos se traducen en un aumento de la productividad del personal, que en muchos casos supera el 5% e incluso alcanza el 10%.
Dos Reis explica que estas nuevas leyes incorporan factores de mitigación que brindan a las empresas mayor flexibilidad para su implementación. Un ejemplo es el promedio de la jornada, donde es posible acordar que las 40 horas semanales se cumplan en un promedio de hasta cuatro semanas, con un tope máximo de 45 horas semanales. Esta medida, utilizada eficientemente, puede tener beneficios tanto en la calidad de vida de las personas como en las oportunidades para las empresas con estacionalidades de demanda.
"El desafío de gestionar y controlar esta complejidad no es menor, y solo herramientas con IA avanzada pueden incorporar múltiples dimensiones a la optimización, como horas mínimas y máximas de trabajo semanales y mensuales, restricciones individuales y múltiples contratos", destaca el ejecutivo.