La IA está evitando la recesión en Estados Unidos
- Malka Mekler
- hace 7 minutos
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Bank of America Research calcula que la inversión tecnológica vinculada a IA aportó 1.3 puntos al PIB del segundo trimestre, mientras las pequeñas empresas aumentan su gasto en servicios tecnológicos casi 7% interanual.

La inteligencia artificial se ha convertido en un factor inesperado para evitar que la economía estadounidense caiga en recesión, al sostener un nivel de inversión tecnológica capaz de contrarrestar los efectos de las tasas de interés altas y otros shocks globales. Según información de Yahoo Finance, la expansión de infraestructura vinculada a IA está impulsando el gasto en centros de datos, chips y servicios tecnológicos, cambiando temporalmente el funcionamiento tradicional del sistema financiero.
Para el economista jefe de BNP Paribas en Estados Unidos, James Egelhof, la explicación es directa, “la IA ha mantenido a la economía fuera de una recesión”, dijo en un encuentro con medios. Su afirmación se respalda en la magnitud del gasto empresarial destinado a computación avanzada. Bank of America Research estima que el gasto de capital relacionado con IA sumó 1.3 puntos porcentuales al crecimiento del PIB del segundo trimestre, mientras que los pagos de pequeñas empresas a servicios tecnológicos aumentaron casi un 7% interanual en septiembre, demostrando que la adopción ya no es exclusiva de las grandes compañías tecnológicas.
El efecto también se observa en el mercado bursátil. La expectativa de productividad futura ha impulsado las valoraciones de las empresas líderes en la industria, fomentando más inversión y manteniendo el empleo estable en un contexto donde, históricamente, un ciclo de tasas altas habría frenado el gasto empresarial. Tal como señaló Egelhof, la fortaleza del sector tecnológico le ha dado margen a la Reserva Federal para comenzar a flexibilizar su política, aun con la inflación por encima del objetivo, en lo que calificó como una decisión para “asegurar el mercado laboral”.
Pero el auge de la IA no solo sostiene el crecimiento, está alterando el mecanismo habitual de transmisión de la política monetaria. Torsten Sløk, economista jefe de Apollo, explicó que las grandes inversiones no están siendo financiadas con deuda, sino con valor bursátil. Eso significa que el aumento en el costo del crédito no está frenando la actividad, lo que rompe la lógica tradicional donde tasas altas enfriaban la economía. Goldman Sachs calcula que los hyperscalers como Microsoft, Meta, Alphabet y Amazon representan ya más de una cuarta parte del gasto de capital del S&P 500, creciendo a un ritmo anual de 75%.
El contraste con otros segmentos es evidente, mientras la construcción de oficinas se ha desplomado desde que la Fed comenzó a subir tasas en 2022, los proyectos de centros de datos se han multiplicado, impulsados por el valor bursátil de las tecnológicas del llamado “Magnificent Seven”. Para Sløk, esto confirma una economía en dos velocidades y una conclusión clara, “básicamente no hay crecimiento en el capex corporativo fuera de la IA”.
La visión dominó las reuniones recientes del FMI. Isabelle Mateos y Lago, economista jefe del grupo BNP, describió el ambiente así, “había una sensación palpable de optimismo por la IA. La IA está salvando el día”. Ese impulso no solo está sosteniendo el ciclo económico, sino reescribiendo, al menos por ahora, las reglas de cómo funciona la inversión en tecnología y su impacto en la economía real.
