La IA se queda con el capital de riesgo: un giro histórico en la inversión tecnológica
- Redacción IT NOW
- 10 jul
- 2 Min. de lectura
Más de la mitad del capital de riesgo global ya fluye hacia startups de IA, un fenómeno sin precedentes que concentra miles de millones en unas pocas compañías. Este auge podría eclipsar revoluciones tecnológicas previas, transformando el propio modelo del venture capital.

La inteligencia artificial no solo está transformando industrias, sino también el propio ecosistema financiero que impulsa la innovación. Según nuevos datos de PitchBook, las startups de IA captaron el 53% de todo el capital de riesgo global invertido durante el primer semestre de 2025, cifra que escala a un asombroso 64% en Estados Unidos. En términos de volumen, casi tres de cada diez startups financiadas en el mundo son de IA, proporción que sube a más de un tercio en el mercado estadounidense. Nunca antes una tecnología había acaparado tantos recursos en tan poco tiempo.
Lo que hace único este momento no es solo la magnitud del dinero, sino cómo se distribuye. En el segundo trimestre, más de un tercio de todos los dólares invertidos en capital de riesgo en EE.UU. fueron a parar a apenas cinco compañías. Ni siquiera en los tiempos dorados del boom puntocom —aun ajustando por inflación— se vieron rondas multimillonarias tan concentradas. Esto marca un cambio estructural: el apetito inversor ya no distingue precios ni tamaños de cheque, impulsado por la urgencia de no quedarse atrás ante gigantes como Meta, que están desembolsando sumas enormes para asegurarse un lugar dominante en la carrera de la IA.
Además, el fenómeno altera las reglas clásicas del venture capital. Muchos de los acuerdos con startups de modelos fundacionales de IA se parecen más a financiamientos de proyectos que a apuestas tradicionales de alto riesgo, con retornos esperados y estructuras contractuales diferentes. Al mismo tiempo, fondos y vehículos de propósito especial (SPVs) buscan mitigar el riesgo de concentración en carteras que, por la fuerza del mercado, cada vez dependen más de estas gigantescas inversiones.
Así, mientras los inversores redoblan la apuesta para capturar una porción del futuro, se vislumbra un cambio de era cuyo impacto podría superar al de revoluciones tecnológicas pasadas. En este tablero, la inteligencia artificial no solo está reinventando negocios: está reescribiendo las reglas del juego para quienes financian la innovación.
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