Algoritmos que salvan vidas: la IA que revoluciona el análisis clínico
- Malka Mekler
- hace 1 día
- 2 Min. de lectura
RiskPath analiza datos longitudinales y se integra a los historiales médicos para emitir alertas automatizadas y visualizar las etapas de vida más críticas para la prevención de enfermedades crónicas.

Una nueva herramienta basada en inteligencia artificial podría cambiar la forma en que el sistema de salud anticipa enfermedades crónicas. Se trata de RiskPath, un sistema desarrollado por investigadores de la Universidad de Utah que, según Brief, es capaz de predecir con hasta un 99% de precisión el riesgo de padecer afecciones como depresión, ansiedad, TDAH, hipertensión y síndrome metabólico, entre otras. Su implementación apunta a optimizar la detección temprana y transformar las estrategias tecnológicas de atención médica.
Lo distintivo de esta herramienta es su capacidad para generar pronósticos a partir de solo diez variables clave de salud, lo que reduce significativamente la complejidad habitual en los modelos predictivos y permite su integración directa en entornos clínicos. Esta eficiencia se logra mediante algoritmos de IA avanzados basados en series temporales, diseñados para analizar datos recogidos a lo largo de la vida del paciente. Así, el sistema no solo identifica riesgos antes de la aparición de síntomas, sino que también mapea cómo evolucionan los factores de riesgo en el tiempo.
Otra innovación tecnológica relevante es su integración potencial con historiales médicos electrónicos, lo que permitiría emitir alertas automáticas a los profesionales cuando se detecta que un paciente está en riesgo. Nina de Lacy, profesora asistente de psiquiatría e investigadora del proyecto, explicó que la herramienta también genera visualizaciones interactivas que destacan los períodos de vida más determinantes para el desarrollo de enfermedades, facilitando intervenciones preventivas más oportunas.
En comparación con sistemas actuales que alcanzan entre un 50% y 75% de precisión, RiskPath representa un salto significativo en la capacidad predictiva del sector salud. Su validación en tres grandes factores de pacientes refuerza su aplicabilidad en escenarios reales y sugiere que el uso de inteligencia artificial en la medicina no solo puede anticipar enfermedades, sino también redibujar la arquitectura digital sobre la que se apoyan las decisiones clínicas.