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Redacción IT NOW

Más secretos emergen de los primeros años de OpenAI: Tensiones, egos y visiones en disputa

La batalla legal entre Elon Musk y OpenAI ha sacado a la luz correos internos que revelan los conflictos filosóficos y estratégicos que marcaron los inicios de la compañía. Los mensajes exponen cómo las tensiones sobre el liderazgo y la misión de OpenAI influyeron en su transformación de una organización sin fines de lucro a un gigante tecnológico comercial.


La reciente disputa legal entre Elon Musk y OpenAI no solo está levantando preguntas sobre monopolios en el sector de la inteligencia artificial, sino que también ha puesto bajo los reflectores la dinámica interna de la empresa durante sus primeros años. Los correos electrónicos divulgados en este contexto, publicados recientemente por TechCrunch, muestran un panorama de desacuerdos sobre liderazgo, estrategias de financiación y las ambiciones para la inteligencia artificial general (IAG).


Un correo particularmente revelador proviene de Ilya Sutskever, cofundador y científico jefe de OpenAI, quien en 2018 cuestionó abiertamente las intenciones de Musk: "La estructura actual le ofrece un camino que le permite obtener un control absoluto sobre la IAG. Aunque afirma no desear este control final, sus acciones en estas negociaciones muestran lo contrario. Esto genera preocupación sobre que, llegado el momento, priorice su control sobre el bien común."


Para Sutskever y otros miembros del equipo, la visión de Musk de un OpenAI centralizado bajo su mando contradecía la misión de la empresa de evitar que la inteligencia artificial cayera en manos de una sola entidad, convirtiéndose en una posible amenaza existencial.


Sam Altman, actual CEO de OpenAI, tampoco escapó a las críticas. Según otro correo, Sutskever expresó reservas sobre la transparencia de sus motivos: "No entendemos por qué el título de CEO es tan importante para usted. Sus explicaciones han cambiado con el tiempo, y no estamos seguros de qué es lo que realmente lo impulsa".


En retrospectiva, el liderazgo de Altman marcó un giro hacia una estrategia más comercial, lo que parece haber sido un punto de fricción con los fundadores originales.

Tesla, Microsoft y las grandes apuestas

Durante sus primeros años, OpenAI exploró vínculos con Tesla como posible vía de financiación. Andrej Karpathy, exdirector de IA de Tesla y cofundador de OpenAI, planteó la posibilidad de convertir a Tesla en una "vaca lechera" para financiar proyectos de inteligencia artificial: "Si lo hacemos bien, podríamos aumentar la capitalización de mercado de Tesla y usar esos ingresos para financiar la IA a la escala adecuada".


Sin embargo, la asociación no prosperó. En su lugar, Microsoft entró en escena en 2016 con una oferta de 60 millones de dólares en recursos de computación en Azure, una colaboración que con el tiempo evolucionó en el lucrativo acuerdo que impulsó a OpenAI al liderazgo de la industria.


Estos correos no solo revelan tensiones personales y estratégicas, sino que también ilustran los dilemas éticos que enfrentan los líderes de la inteligencia artificial. A medida que OpenAI evoluciona, el debate sobre quién debería controlar tecnologías tan poderosas como la IAG sigue más vigente que nunca.


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