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Malka Mekler

Desafíos y estrategias en la protección de la infraestructura crítica frente a ciberataques

Los ciberataques pueden manifestarse de diversas formas, desde ransomware que cifra datos críticos hasta intrusiones en sistemas de control industrial.


En un mundo cada vez más conectado digitalmente, la seguridad de la infraestructura crítica se ha convertido en una prioridad crucial. Los recientes hallazgos de la unidad de investigación de Palo Alto Networks, Unit 42, destacan la creciente amenaza de ciberataques en los países centroamericanos y la necesidad apremiante de proteger los sistemas vitales que sostienen nuestras sociedades.


Desde ataques de ransomware que cifran datos esenciales hasta intrusiones en sistemas de control industrial que pueden interrumpir servicios fundamentales, la región se enfrenta a una gama diversa de riesgos cibernéticos. Estos ataques no solo afectan al gobierno o al sector financiero, sino que también pueden impactar en áreas críticas como la energía, la salud y el transporte.


La interrupción de servicios esenciales como atención médica, energía y suministro de agua puede tener consecuencias devastadoras para la sociedad y la economía. Para hacer frente a esta amenaza, se requiere un enfoque innovador que incluya medidas proactivas para proteger los sistemas, evaluar continuamente los riesgos de ciberseguridad y preparar a los equipos para fortalecer la resiliencia de los sistemas críticos.



Ramón García, District Sales Manager para Centroamérica y el Caribe en Palo Alto Networks, enfatiza la importancia de la respuesta eficiente a incidentes. Según él, la capacidad de reducir el impacto de los ataques es fundamental, ya que el tiempo de respuesta y las acciones tomadas después del incidente determinan el éxito de una organización.


Los datos del informe de Amenazas en la Nube de Unit 42 revelan que las organizaciones enfrentan desafíos significativos en la gestión de la seguridad cibernética. El tiempo promedio para resolver alertas es de aproximadamente seis días, y muchas organizaciones carecen de herramientas básicas de seguridad, como la autenticación de múltiples factores.


En este contexto, la detección temprana y una respuesta eficiente se convierten en acciones cruciales para minimizar daños y tiempo de inactividad. Estrategias como mantener un centro de operaciones de seguridad activo las 24 horas del día, los 7 días de la semana, aumentar la visibilidad de los sistemas y adoptar medidas sólidas para reducir la superficie de ataque son fundamentales para proteger la infraestructura crítica.


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