El mito roto: la informática ya no garantiza empleo
- Malka Mekler
- 28 ago
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Aunque siguen teniendo los salarios iniciales más altos, los egresados en ciencias de la computación viven tasas de desempleo históricas.

Los graduados en informática atraviesan el peor panorama laboral en décadas, una realidad que contrasta con años de promesas sobre empleabilidad y altos salarios. Según un informe de FinalRoundAI, la tasa de desempleo en 2025 para recién egresados en ciencias de la computación alcanza el 6,1%, casi el doble que la de especialidades tradicionalmente vistas como poco rentables, como filosofía (3,2%) o historia del arte (3%).
La situación responde a un conjunto de factores tecnológicos y de mercado que se han cruzado en el peor momento. Por un lado, la adopción acelerada de herramientas de inteligencia artificial está reduciendo la contratación en posiciones de entrada, bajo el argumento de que la automatización cubre parte del trabajo antes asignado a programadores junior. Un estudio de METR incluso señala que estas herramientas pueden disminuir la productividad de desarrolladores experimentados en un 19%, un hallazgo que contradice el optimismo inicial de la industria.

A este escenario se suma la ola de despidos en las grandes tecnológicas. Más de 100.000 puestos fueron eliminados en 2025, tras los 150.000 recortes del año anterior, lo que saturó el mercado laboral con profesionales con experiencia que ahora compiten directamente con recién graduados. En paralelo, las universidades duplicaron la matrícula en informática en la última década, de 51.696 egresados en 2013-2014 a 112.720 en 2022-2023, justo cuando la demanda se contrajo.
El impacto alcanza incluso a los egresados de las instituciones más prestigiosas. Datos de SignalFire muestran que la proporción de graduados de MIT, Stanford, Carnegie Mellon y Berkeley contratados como ingenieros en grandes tecnológicas cayó de 25% en 2022 a apenas 11-12% en los últimos años. En total, su tasa de empleo descendió del 80% a cerca del 70% en ese mismo periodo.
La contradicción es evidente, mientras empresas como Microsoft solicitaron miles de visas H-1B en 2025, solo esa compañía tramitó 4.712, en paralelo recortaron miles de puestos locales, lo que alimenta la percepción de que la falta de experiencia pesa más que la formación académica.
Ante este panorama, los especialistas apuntan a un cambio de paradigma en la contratación tecnológica. Grandes firmas como Google, IBM y Accenture han dejado de exigir títulos universitarios para ciertos roles y privilegian pruebas prácticas y portafolios verificables. Áreas como ciberseguridad, computación en la nube y ciencia de datos aparecen como los nichos con mayor resiliencia, al depender de habilidades que la inteligencia artificial aún no logra sustituir.
El mensaje para los estudiantes de informática es claro: la formación académica ya no basta. La supervivencia en este mercado exige demostrar con proyectos reales la capacidad de resolver problemas tecnológicos, mantenerse en aprendizaje continuo y diversificar hacia especializaciones donde el criterio humano sigue siendo determinante.
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