Para Olda Bustillos Ortega, directora de la Escuela de Ingeniería Informática de la Universidad Internacional de Las Américas, las mujeres en la adversidad tienen la ventaja de saber enfrentarla y ser destacadas en el campo.
Por Olda Bustillos Ortega, directora de la Escuela de Ingeniería Informática de la Universidad Internacional de Las Américas.
La historia nos revela que el papel de mujer en la tecnología ha sido más relevante de lo que nos imaginamos, aunque no ha sido visibilizado. Mujeres con un propósito decidieron ser las primeras, las mejores, las más reconocidas, las más expertas o simplemente decidieron poner sus habilidades al servicio de la ciencia.
Conocemos los bajos porcentajes de la participación de la mujer en campos científicos y tecnológicos y a pesar de los avances notables, se mantiene una diferencia significativa y es justamente la razón que nos mueve a instar a chicas a incursionar en el campo de la ciencia y la tecnología.
En ocasiones, sin darnos cuenta, somos agentes de cambio, en nuestra familia, en nuestro barrio, en un grupo de amigas. Precisamente este es el inicio y que mejor forma de materializarlo, cuando nos proponemos a usar nuestra profesión como medio para impactar a otras mujeres para que se preparen y conecten con objetivos que les permitan contribuir al desarrollo económico de nuestro país.
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La comunidad femenina ejerce un liderazgo para inspirar a los demás, cuando miramos nuestros límites como retos y aun así decidimos avanzar, entonces estamos liderando nuestras emociones y ese es el primer paso que nos lleva al éxito. Somos libres para cumplir un propósito en la vida, para emprender sueños y para inspirar a otras mujeres, llegar a una posición de privilegio o de éxito, no es fácil.
Como mujeres, en la adversidad somos capaces de enfrentar obstáculos, trabajar fuerte, lidiar con comentarios adversos, dejar atrás lo que no edifica y convertir esas situaciones desagradables en los ladrillos para construir los peldaños que nos harán subir de nivel.
“La mente es el campo de batalla y allí se puede ganar una batalla o perderla antes que inicie”.
Somos valientes, emprendedoras, apasionadas, inspiradoras, creativas, trabajadoras, perseverantes, luchadoras, con capacidad para amar, para ser felices, para soñar, para inspirar. Alguien con tales cualidades ya es vencedora y en Dios tenemos la victoria.
Somos un país que afronta el futuro con retos comunes en los que necesitamos innovar, inspirar e influir positivamente y esta inspiración debe usarse para construir una sociedad de iguales condiciones y oportunidades para todos y todas.
Costa Rica es uno de los destinos favoritos de grandes empresas y está exportando servicios a Norteamérica, Asia y Europa.
Según la Agencia Costarricense de Promoción de Inversiones (CINDE), las exportaciones de servicios de TI representan el 7% del PIB del país, con más de 169 empresas que operan desde el país, con experiencia en tecnología digital y diseño, somos un país con talento en tecnología, debemos enfocarnos en producir para el país.
Las nuevas tecnologías están incidiendo en gran medida sobre los puestos de trabajos, la estructura ocupacional, los grupos, los procesos, la gestión organizacional y las relaciones de las compañías con su entorno.
El impacto de la tecnología es notorio sobre las redes de comunicación y su eficiencia , los flujos de información, toma de decisiones y los nuevos estilos de liderazgo; es por esto que es un reto fortalecer el acceso de las mujeres a las nuevas tecnologías, no solo porque les amplía sus oportunidades, sino, porque se convierte en un factor para desarrollar nuevas competencias técnicas y nuevos espacios para crear herramientas y soluciones innovadoras que propicien mejores condiciones de vida.
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el día 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, un día que persigue lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, y además lograr la igualdad de género y el empoderamiento femenino.
Como mujeres intencionales, debemos mirar hacia lo que viene y prepararnos para preparar el conocimiento en tecnología debe complementarse con las habilidades como la resiliencia, aprendizaje continuo y pensamiento crítico. En este proceso de transformación tecnológico también estamos teniendo una transformación social, cultural y económica que debemos abordar ya, porque la tecnología está creciendo exponencialmente.
Sin duda la pandemia y pospandemia generaron un impacto muy fuerte en la economía global y junto con esto también aumentaron las amenazas cibernéticas. Conocemos el escenario por el que hemos pasado como país en relación al tema de ciberseguridad y continuamos realizando esfuerzos para contrarrestar estas acciones criminales.
La Organización de los Estados Americanos (OEA) y Cisco presentaron el pasado 14 de noviembre el reporte denominado «Desarrollo de la Fuerza Laboral de Ciberseguridad en la era de escasez de talento y habilidades». Este documento aborda la problemática derivada de la falta de profesionales en el sector, y menciona cómo se pone en riesgo la seguridad cibernética de las naciones de la región.
El reporte indica una serie de acciones con el fin de promover el desarrollo en temas de ciberseguridad para ayudar a resolver el problema de la escasez de mano de obra. Entre las soluciones propuestas están, la importancia de la educación en temas digitales para niños y jóvenes y el acceso a programas de formación.
Como parte de un proceso transformador, como mujeres intencionales podemos ser parte de este cambio, de esta transformación digital y tecnológica que está ocurriendo a nivel país y en el mundo. ¿Cómo lo hacemos? siendo parte de grupos que incentivan, siendo docentes del cambio, preparándonos en temas de ciberseguridad y trasladando el conocimiento a otras generaciones.
“Una mujer empoderada e intencional, con el propósito correcto, es capaz de transformar una familia, una empresa y una nación”.